Famosa leyenda irlandesa del siglo XVII el cual cuenta como el herrero Jack quiso engañar al mismísimo diablo (Otras versiones dicen que era granjero, un simple ladrón o un tacaño) Se cuentan varias versiones con misma conclusión. Entre las primeras versiones se dice que Jack logro convencer al diablo que trepara a un manzano y justo cuando estaba arriba, Jack pone al rededor del manzano cruces para que el diablo no logre bajar o talla una cruz en el tronco del manzano. En otra historia se cuenta que Jack estaba bebiendo con el diablo y lo engaña para que se convierta en moneda metiéndoselo al bolsillo donde tenía una cruz y el diablo no podía volver a su forma original. En otra versión Jack huye de aldeanos a quienes robo y se encuentra al diablo, le dice que los aldeanos son fervientes cristianos y que si se vuelve moneda para pagar lo que robo y luego desaparece los aldeanos pelearan pensando que alguien la robo creando caos, pero al volverse moneda se lo coloca en el bolsillo donde tenía una cruz como la versión del bar. Aquí es donde todas las historias convergen Jack libera al diablo con la promesa que no se llevara su alma al infierno. Como cualquier mortal y más temprano que tarde Jack muere y por su vida llena de pecados se le niega la entrada al cielo y al llegar al infierno el diablo mantiene su promesa de no tomar su alma, al no tener donde ir se queda vagando en la tierra, al quejarse de no tener como iluminar su camino en tanta oscuridad el diablo le da una brasa del mismo infierno en forma de broma. Jack toma uno de sus nabos (Según la leyenda su comida favorita) lo tallo como lo hacía de pequeño y adentro coloco la brasa del infierno y así comenzó a vagar por el mundo buscando un lugar para descansar.

Esta tradición comienza con los celtas quienes tallaban nabos y les colocaban velas para colocarlos en las puertas de las casas, mucha historia después para no hacerlo largo. En el siglo XVII los irlandeses y escoceses celebraban Halloween encendiendo pequeñas lamparas para ahuyentar espíritus malignos y almas en pena como la de Jack. En las zonas rurales tallaban nabos y remolachas, pero en 1837 empezó a aplicarse el término Jack O'Lantern a los faroles hechos con vegetales, comenzando éstos a asociarse específicamente a Halloween a partir de 1866. La costumbre de tallar calabazas no llegó a Estados Unidos y Canadá hasta el siglo XIX de la mano de varias oleadas de colonos irlandeses. En Estados Unidos las plantaciones de nabos o remolachas no eran tan populares, pero en cambio había un exceso de calabazas, por lo que los norteamericanos decidieron tomar esta hortaliza para hacer las Jack O'Lantern.